Todos sabemos que las bolsas de plástico son altamente contaminantes, podemos verlas a golpe de vista desechadas de cualquier forma y en cualquier terreno, bien en una calle, sobre una montaña, en la playa, incluso en el aire revoloteando durante un día de viento.

Mejor hablemos de algunos datos. El dato principal es la vida media de una bolsa, la cual puede tardar en degradarse entorno a 60 años, ya que su composición es básicamente petróleo y gas. También afecta especialmente a la vida marina, y es que una ballena no sabe distinguir entre una medusa y una bolsa de plástico, para estos animales todo es ingesta.

Por otro lado, y aunque por nuestra parte las desechemos correctamente, fácilmente éstas pueden llegar a quemarse en la incineradora emitiendo una gran cantidad de CO2.

La siguiente imagen recoge la campaña llevada a cabo por Greenpeace en Filipinas para crear conciencia del paradero final del plástico y de sus consecuencias. 

Existen muchos otros motivos, pero creemos que éstos son más que suficientes para crear un verdadero compromiso con el Medio Ambiente. Por eso, ni gratis, ni pagando.

Conoce otros de nuestros compromisos con el Medio Ambiente a nivel agrícola.